Nocturno de Chile

Son las mismas personas en distintas ciudades, por eso las mismas ciudades 

son ellas, y tal vez solo sean la noche.

-Carlos Meiek-

La velocidad remixes

La velocidad no es una opción, es un >deseo> velocidad 

La velocidad no es un deseo remix

La velocidad no es una opción, es un deseo velocidad 

Estados desconocidos

Paseo sobre la esquina de una tormenta,

y nubes a la altura de lo que miramos. 

Aquí llega la lluvia, un mundo nuevo es nuestro nuevo abrigo. Vamos a disfrutar de nuestra soledad para que no mueran, no vivan en silencio personas desconocidas.

-Carlos Meiek-

Hay obras que no tienen final

Hay obras que no tienen final, a Shakespeare, Bécquer y Umbral podría estar leyéndoles eternamente.

-Carlos Meiek-

Odio en nuestras vidas

DIME

Hasta dónde llega tu odio,

si no sabes medir 

hasta dónde llega tu derrota.

Odio, al inicio de las guerras 

siempre lo hay.

-Carlos Meiek-

Eso somos

Eso somos

lecturas de los demás

libros abiertos,

bibliotecas de personas llenas de historia.

-Carlos Meiek-

A la velocidad de Mozart

En el invierno helado

sin el oxígeno de sus vidas, serán

flores blancas como flores de nieve

La Constitución necesita lectores que la transformen

Artículos de una sociedad democrática cualquiera en cualquier parte del mundo:

Art. 6. La estructura interna y funcionamiento de los partidos políticos deberá ser democrática

Art. 1 millón de lectores y subiendo. La Constitución de las Sociedades democráticas es un cuento alejado de la realidad, pero que al contrario de los cuentos que nunca dejan de serlo, la Constitución es el único cuento que cuanto más se lee más Real se hace, porque cuantas más personas lo leen, más personas quieren que se haga real

Art. Infinito. La Constitución necesita lectores que la transformen. Así que lean y voten, para que este cuento empiece a formar parte de nuestras vidas 

Escritores de alma necesaria

Qué sería de nosotros si nuestras palabras murieran como nosotros, en silencio

-Carlos Meiek-

"Escritores de alma necesaria"

Naturaleza de verte

Asiento de ver, la lluvia caer

con una expresión salvaje de mí 

en medio del bosque.

Escribo vivencias, 

que se escriben desde vivencias

cogidos de la mano.

Sentado, frente a la naturaleza de verte

no hay más posibilidad de serlo.

-Carlos Meiek-

Amar de mi mismo llover

Amar, que se ha hecho amarte.

Amor, para que te lo creas.

Cristal, para que miras la distancia de esta cara mojada detrás de la ventana;

miradas, distancias que habito.

Amar de mi mismo llover.

-Carlos Meiek-

Suerte que vendrá

Vendrá la lluvia y el trigo Verde

Vendrán, mis ganas de respirar

Arreboles y olé

Es tierra, es mar, es distancia blanca

Acuerdo con lo que vivía 

No crees en el poder transformador del hombre

Entonces para qué vives mar

Atrapado en la sed de tu distancia 

Ventanas a un océano de encina

Vivo perdido, 

vivo dibujándome

En este mirador de piedra

Vivo perdido

construyendo un hogar que no encontré

En el precipicio de mi nueva casa

-Carlos Meiek-

Nuestros idiomas a voces cantados

Hay que ser más amables con los idiomas y hacerlos más humanos. El idioma no manda, habla, pero nos encerramos con los idiomas en nuestra casa, familia, pueblo o cualquier otro lugar del mundo. Hoy me di cuenta que nos encerraban en lugares solo por hablar un idioma sin saber siquiera de donde provienen los idiomas que hablamos. Lo más bello de todo este cruce de idiomas está en lugares del espacio mínimo como las Glosas emilianenses o silenses que algún monje escribiera en los márgenes en las anotaciones en este idioma y euskera al margen de un libro religioso escrito en la latín. Pero de dónde venía ese monje, ¿esos idiomas venían de pueblos vascos a pueblos castellanos o al revés? ¿En qué sentido cada uno de ellos? Que sentido le dió ese monje a esos idiomas, cuántos de ellos que allí habitaban los hablaban ¿Llegó ese monje a ese monasterio desde algún otro lugar encerrado en sí mismo? O fue un conjunto de líneas escritas desde la distancia más lejana todavía. Realmente no lo sé ni lo sabe nadie como se multiplican las palabras, como se ingresan en las prisiones que a veces son los hombres, pero lo que sí sé es que ese es el camino que debemos recorrer juntos, porque en sí mismos los idiomas son una invitación a hablar con los demás 

Observadores de cicatrices

Poetas. El observaba las mías, entre mis letras las suyas. Frente a frente con los dados al aire en el mismo espejo de miradas. 

Para que luego no nos digan a nosotros que los sueños se evaporan con solo mirarlos,

si digo paz

digo versos,

estas son nuestras palabras bien jugadas